Sociedad del conocimiento y globalización : nuevos retos para la educación comparada

 En una época sin apenas referentes y con explicaciones difíciles de relacionar, de comparar y de comprender, nuestros comportamientos y actuaciones se rigen casi exclusivamente por criterios de eficacia o por emociones enérgicas. Es como si al perder los referentes unificadores se produjera una especie de fragmentación en nuestra vida. Las tendencias globalizadoras no han hecho más que aumentar en la última década y tienen que coexistir con el incremento de otras tendencias generadas por las disputas locales y regionales. El artículo aporta algunos elementos de reflexión acerca de la vigencia de la Educación Comparada en este contexto de incertidumbre epistemológica y de hibridación metodológica. Se apuntan algunos elementos que enmarcan la investigación comparativa desde un contexto de globalización y posmodernidad; se revisan algunos de los fundamentos en la investigación comparativa y se apuesta decididamente por la analogía como herramienta de trabajo para conseguir una cierta aproximación en las tendencias descritas anteriormente; y se profundiza en la necesidad de resituar la investigación comparada en un marco tecnológico donde la web 2.0 y las redes sociales han tomado un protagonismo inédito, incluso en las prácticas profesionales y académicas.



«La globalización y la educación comparada parecen, en principio, irreconciliables por su distinto carácter y naturaleza; la globalización conlleva la supresión del Estado-nación y la homogeneización mundial. Por el contrario, la educación comparada se fundamenta en los sistemas educativos y estos se circunscriben al Estado-nación, que es el que los establece y dirige» (VEGA, 2001: 86).

Nos hemos adentrado sin un proyecto común en un período llamado posmodernidad que se caracteriza por la ausencia de un plan, de un rumbo al que dirigirse. Vivimos en una época sin apenas referentes y con explicaciones difíciles de relacionar, de comparar y de comprender. Los teóricos de la posmodernidad nos indican que las vidas de las personas han dejado de sentirse aprobadas o legitimadas por algún criterio unificador. Parece como si ante la falta de una fundamentación comúnmente aceptada, cada vez más nuestros comportamientos y nuestras actuaciones se rigen casi exclusivamente por criterios de eficacia o por emociones enérgicas. Es como si al perder los referentes unificadores se produjera una especie de fragmentación en nuestra vida que nos conduce a proceder con criterios dispares, e incluso a veces contradictorios, en cada uno de nuestros ámbitos de actuación. La mundialización se ha impuesto en todos los campos y afecta a todos los ámbitos. La investigación científica y las múltiples aplicaciones tecnológicas han posibilitado en las últimas décadas un enorme crecimiento económico, y por supuesto tecnológico, en algunos escenarios de nuestro mundo. Las tendencias globalizadoras no han hecho más que aumentar en la última década y tienen que coexistir con el incremento de otras tendencias generadas por las disputas locales y regionales. El período conflictivo en el que vivimos se nos presenta como un debate continuo de las nuevas realidades sociales y políticas que demandan soluciones inéditas y originales. Y los problemas de siempre adquieren en este momento, gracias a los progresos técnicos, nuevas fisonomías. El enorme desarrollo de las tecnologías nos ofrece ahora grandes posibilidades, que evidentemente resultan tan útiles para construir como también para destruir. En el mundo sin centro que ya anunciaba Nietzsche y que caracteriza a la posmodernidad, no hay apenas espacio para el reposo, todo es urgente para construir una nueva manera de actuar como seres humanos.

 

 

CITA APA: Raventós, F., & Prats, E. (2012). Sociedad del conocimiento y globalización : nuevos retos para la educación comparada. Revista Española De Educación Comparada, (20), 19–40. https://doi.org/10.5944/reec.20.2012.7592

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