La Formación inicial del profesorado para la inclusión. Un urgente desafío que es necesario atender

 RESUMEN

La Agenda Educativa 2030, vigente desde el año 2016 y adoptada por los países miembros de la UNESCO en 2015 tiene como centro el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4º: “Asegurar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos y todas”. En consecuencia, los programas de formación de profesores deben incluir la inclusión y la equidad como componentes básicos. Está reconocido que los profesores son pieza clave para la consolidación de la inclusión en cada centro educativo. Por ello, podrán ser promotores de la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes; particularmente, de aquellos que pudieran estar en condición de vulnerabilidad. Al reconocer la complejidad del tema, el artículo presenta una trayectoria explicativa sobre algunos de los desafíos, al tiempo que ofrece algunos elementos que permiten perfilar los rasgos de un profesor inclusivo.

CONCLUSIONES

Como conclusión, destaco que la UNESCO (2015) describe algunas de las competencias que debe mostrar un profesor inclusivo; un profesor que facilite los aprendizajes, entienda la diversidad, tenga competencias para la convivencia, proteja y mejore el medio ambiente, fomente un entorno de respeto y seguridad, cuente con múltiples estrategias pedagógicas y didácticas, favorezca la autoestima y la autonomía, promueva una fructífera relación con los padres y las comunidades, establezca relación entre la enseñanza y su contexto, use internet y siga aprendiendo. De ello se desprenden algunas de las necesidades de formación docente las cuales son: personalizar los procesos de aprendizaje y buscar múltiples maneras para desarrollar el potencial de cada educando en vinculación con el ambiente de aprendizaje colectivo y entendiendo el aprendizaje como un proceso social. En este mismo sentido está el desarrollo de un conjunto de objetivos compartidos, marcos, estrategias y prácticas para responder al sentido único de cada estudiante. Se plantea también como prioridad fortalecer la formación de los docentes para atender la diversidad de los estudiantes, idea central en la educación inclusiva (Opertti, 2013). A lo largo del presente artículo se ha considerado como centro al profesor y su formación para dar respuesta a los nuevos retos del siglo XXI, por lo que deseo señalar los siguientes planteamientos: 

• ¿Por qué formar a un profesor inclusivo? (UNESCO, 2009). Porque la inclusión es un proceso que permite considerar la diversidad de las necesidades de todos los niños, jóvenes y adultos a través de una mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias, reducir la exclusión en la esfera de la enseñanza y dentro de ésta, y, en último, acabar con ella. Esto debe ser parte de la tarea de todo profesor. 

• ¿Cuál es el paradigma que resulta más efectivo en la formación de docentes? (Robalino, 2005). Es el denominado práctica profesional contextualizada (Imbernón, 2014). Esta visión destaca la vinculación del proceso de formación de docentes con la atención educativa que están recibiendo los niños y niñas en diversos centros educativos. 

• ¿Cuáles son los principios que debe reunir la formación de docentes inclusivos? (UNESCO 2014). debe ser holística: Esto implica que los temas de formación estén interrelacionados, que se consideren todos los niveles educativos en todos los sectores de la sociedad y se incluya una visión que implique actuar localmente y pensar globalmente. Desarrollar el pensamiento crítico: esto implica que el desarrollo curricular debe incluir aspectos cognitivos y actitudinales. Promover el diálogo: abierto a nuevas ideas, impulsar la participación democrática en la enseñanza y el aprendizaje, además de un aprendizaje respetuoso. Incluir Valores en la formación: valores universales en consenso a los parámetros internacionales y marcos legales, además de los inherentes a la familia y raíces culturales.

CITA APA

Rodríguez, H. (2019). La Formación inicial del profesorado para la inclusión. Un urgente desafío que es necesario atender. Facultad de Educación y Humanidades del Campus de Melilla49(3), 211-225.

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