CULTURA

Concretar este término se convierte en un imprescindible punto de partida para llegar a comprender los planteamientos educativos centrados en la diversidad cultural y, de acuerdo con García (2004), para conocer las implicaciones que esa versidad cultur tendrá en la organización de la vida social de un país.

En la Antigüedad Clásica este término hacía referencia al cultivo de la tierra que, poste riormente, derivaría en el cultivo de las fa cultades del ser humano. Así, un "hombre cultivado" era un hombre civilizado y, por extensión, encerraba el conjunto de repre sentaciones propias de la sociedad de pro cedencia de éste, que era totalmente dife rente (supuestamente) a la de un ser humano miembro de otra civilización.
Su interpretación moderna surge con los ilustrados alemanes referida a la superiori dad europea frente a las colonias orientales fundadas por ellos. Ya en las postrimerías del siglo XIX, gracias a la importancia de la so ciología y la antropología, la cultura será interpretada como el resultado del trans curso histórico de la sociedad, que incluía conocimientos, creencias y manifestaciones artísticas.

El siglo XX trajo consigo la comprensión de la cultura como una trama que ayudaba a in terpretar la realidad y a orientar las acciones vitales (Geertz, 1990). Tylor (1929) realizó una definición de la cultura como un todo complejo de conocimiento, creencias, arte, moral, derecho, costumbres y otros hábitos y capacidades adquiridos por el ser humano como miembro social. La cultura fue entendida por Geertz (1990) como una serie de mecanismos de control que gobernaban y determinaban la conducta del ser humano que vivía en ella. Ya en las últimas décadas del siglo, Malinowski (1972) consideró que la organización social no podía comprenderse verdaderamente si no era como una parte de la cultura.
Iniciado el siglo XXI, García (2004) define la cultura como aquello que garantiza la inte gración de las diferentes esferas de la vida económica, social y religiosa del hombre. Entonces, así entendida, la cultura determi naría en última instancia el grupo social de pertenencia y no sólo la forma de interpretar la realidad: se hablaría de una identidad social o cultural que englobaría el patrimo nio individual y colectivo de un grupo con creto.

En definitiva, la cultura es un conjunto de elementos simbólicos, económicos, mate riales, que marcan las actuaciones sociales y familiares del individuo; sin olvidar que se ve influida por el desarrollo histórico y por la educación recibida a lo largo de la vida: a través de ella el ser humano toma conciencia de sí mismo y se reconoce como algo en constante construcción.

Cita APA: Bernabé Villodre, María del Mar (2012). Pluriculturalidad, multiculturalidad e interculturalidad, conocimientos necesarios para la labor docente. Hekademos, vol. 11, p. 67-76.

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